El presidente del Partido Popular de Córdoba Adolfo Molina ha asegurado que la provincia de Córdoba está paralizada por la inacción de unos y por los juegos electorales de otros. “Ahora nadie escucha al PSOE reclamar al Gobierno con contundencia y celeridad los proyectos pendientes para la provincia de Córdoba”.

Molina ha hecho estas valoraciones en el Comité Ejecutivo Provincial que se ha celebrado en la tarde de hoy en Palma del Río, y con el que arranca un curso político que estará marcado por las citas electorales que llegarán en los próximo meses (elecciones autonómicas, europeas y municipales, y un posible adelanto de elecciones generales), y por las nefastas consecuencias que la dejación de funciones de los gobiernos socialistas están provocando en nuestra provincia.

El presidente de los populares cordobeses ha analizado los 100 primeros días del Gobierno socialista de Pedro Sánchez, y ha lamentado la paralización que sufre la provincia de Córdoba “con un Gobierno que no da pie con bola, que no tiene las cosas claras, que se pierde en desenterrar conflictos del pasado ante su incapacidad para plantarle cara a los problemas de los españoles del presente y del futuro”.

Para Molina, “después de 100 días en los que solo han devuelto favores y han rectificado sus propias decisiones, exigimos al Gobierno que ejecute los PGE que tienen en vigor y que lleguen a Córdoba todas inversiones que el PP dejó programadas y comprometidas”.

Proyectos como la conversión de la N-432 en la Autovía A-81, las inversiones para Córdoba como el Metrotren, obras en los barrios, la Biblioteca Pública del Estado, las comisarías de policía, las actuaciones en el río Guadalquivir en Córdoba y el río Cabra, el Museo Arqueológico, entre otras.

La paciencia de los cordobeses también tiene un límite –dice Molina- y después de imponernos un Gobierno que nadie ha votado, que no han elegido los españoles, después de hipotecar a todo un país para pagar favores a sus socios de moción de censura, después de rectificar las decisiones que ellos mismos tomaban, ya es hora de que los socialistas se pongan a trabajar en lo realmente importante, en el futuro de nuestra provincia.

La llegada del PSOE al Gobierno de España ha supuesto inseguridad económica, inestabilidad en las relaciones comerciales en al ámbito internacional, ha supuesto poner en serio peligro el ritmo ascendente de creación de puestos de trabajo (como hemos visto en los datos del mes de agosto); subida de impuestos, efecto llamada ante la crisis migratoria, dedazos y enchufes, mazazo a las comunidades autónomas en base a la financiación autonómica, purgas en la televisión y radio públicas, y un sinfín de malas decisiones propias de un Gobierno sin rumbo, sin proyecto y con muchas deudas que pagar a demasiados socios.

“Es asombroso el silencio de los socialistas cordobeses, que hace apenas 5 meses exigían y reprochaban a un Gobierno que hacía sus deberes con buena nota (según todos los indicadores naciones e internacionales), y que ahora esconde la cabeza por intereses partidistas”, dice Molina y añade, “se demuestra que su preocupación nunca fueron los cordobeses, solo buscaban poner palos en las ruedas a un Gobierno que hacía las cosas bien”.